Que te vean de verdad

A veces, lo más difícil no es mostrarnos, sino sentir que alguien realmente nos ve.No con los ojos —sino con el alma.

Hay personas que nos miran y no nos ven. Se quedan con lo externo, con lo que hacemos, lo que proyectamos, lo que aparentamos tener resuelto. Pero tú y yo sabemos que somos mucho más que eso.

Somos nubes suaves flotando en pensamientos profundos.

Somos flores que brotan incluso en los días más oscuros.

Somos estrellas que brillan en silencio, esperando que alguien las note sin tener que gritar.

Ojalá conozcas personas que no tengan miedo de mirar más allá.

Que no huyan de lo sensible, de lo contradictorio, de lo complejo que habita en ti.

Que te escuchen sin prisa, sin juicio.

Que te lean como se lee un poema: sin intentar entender cada línea, pero sintiendo cada palabra.

Porque mereces ser vista así.

No como un reflejo, sino como un universo.

Y si aún no conoces a alguien que te vea de esta forma, te dejo un recordatorio suave pero firme:

Empieza por verte tú.Tú sí sabes lo que habita en tu alma.Y cuando te veas con esa ternura, con esa presencia, atraerás más de lo mismo.

Que te vean.Que te vean de verdad.